La valiosa clase Soldati, buques robustos y con muy buena tenida al mar, fue el último paso de una larga cadena de evolución iniciada por la clase Dardo en 1927 y a su vez una evolución de la exitosa clase Maestrale de 1932. Fue la clase de destructores italianos más numerosa del período entre las dos guerras y sus doce integrantes recibieron los nombres de soldados italianos.